El fuerte viento que ya nos azotaba nada mas llegar a Gazteiz,sumado al cansancio de mi larga semana laboral...,decidimos hacer algo muy suave y cerca de casa. Totál,hacerte una kilometrada con todo lo que conlleva,para nada,no merece la pena.
Llegamos al embalse de Barrendiola en Brinkola y dejamos el coche justo donde acaba la zona asfaltada.
Empezamos a andar por la pista que bordea dicho embalse,hasta una bifurcación a la izquierda,que es por donde subiremos nosotros.
Nada más coger el desvió,empezamos a subir por un inclinado camino con zonas embarradas de las lluvias de días anteriores.
Tras la subida inicial llegamos a una curva de 180° a la izquierda,donde ya la pendiente se suaviza bastante.
Parece que empezamos a salir del tupido bosque.
Poder hundirme en la hojarasca mientras camino,es lo que más me gusta del otoño.
Hoy parece que es un intenso día de caza.Se oyen disparos cada vez más cerca.Espero que el día no se les diera bien a los escopeteros.
Después de atravesar un par de muros como el de la foto anterior...
...llegamos al original buzón cimero,que es una reproducción del puente de Brinkola que se puede ver desde esta cima.
Al fondo se distingue el emblemático Cervino vasco,el Txindoki o Larraunari.
Cada vez tengo más claro que no es mi dia.
Pero continuamos con los planes y nos ponemos en marcha.
DOLMEN DE URIETAGAÑA. |
En la foto la sierra de Aloña y hacia allí nos dirigimos.
Aguas que se recogen en el embalse.
Cambiamos de vertiente mi cabeza dice que que no quiere más y mis piernas se solidarizan con ella y ante tal plante,nos damos la vuelta.A veces hay que escuchar los mensajes que nos manda el cuerpo.
Y en poco más de diez minutos acabamos la minijornada montañera de hoy.
Ruta entre robles. Mola compañero.
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